van los versos desatando la recolección de lo no escrito
pepensamientos balbuceantes
vertidos vueltos de cabeza
¿Qué veo?
la está taza vacía
—¿Me trae otro café?
la espumosa de flema desbordándose
las tripas crujiendo de hombre
no de hambre
gasco gasco gascc ¡necesito vomitar!
derramar todo lo que acumulo y no necesito
desde que abro los ojos
abro el correo
abro las piernas
abro el cuaderno
brota la leche caduca de un seno tuerto
que era para el bebé muerto
Cambiando de tema
pero volviendo a lo mismo
el mismo día que sucedió
se gestó su muerte
creció una haba entre mis entrañas
y la quité como se quita una telaraña
indiferente
le sometí el alma
Soy de la nueva generación de madres
esas que matan a sus innacidos hijos
embarrando la yema alrededor de mis labios externos
con el sello del no puedo
usándolo como el gran pretexto
No nacerás: le impuse el mandamiento
Quise ser distinta
para ser igualita a todas las demás
identidad k
Somos las que imaginamos el escenario ideal
fructificando el cementerio con los indeseados fetos
¡Te dije que no nacieras!
Ni con el pensamiento
Te dije que no volvieras
y estás en cada uno de mis sueños.
Inflo globos azules
cielo
sacudo esperanzadas sonajas
tiritando meados de miedos
pesadillas del ¿Qué soñaste?
(la censura) ya no me acuerdo.
Me acuerdo de la construcción del acto
del circo del tacto
de ser uno para ser dos y luego tres
y multiplicarlo todo por cero.
“¿Entiendes, chamaco menso? “
El fantasma del feto
el fetasma revelándome mi propio primero sueño
sueño que soy madre
que no vivo en el infierno
que tengo un compañero
que no es el enemigo
que anda siembre y siembre miedos
jugos del ego
bacinicas de abandono
orinados de ya no te quiero
“esto no está funcionando”
¡Pero qué tal funciona mi ego!
Murmuro en sueños enfermos.
¡Salud! Brindo a la independencia nunca obtenida
siembra fértil de la tierra entregada
a un puto cementerio de fetitos muertos.
Pienso en su nombre
¡Se llamará Innacido Jr.!
Vuelve la imagen con ella
con la luna roja sangrante
nunca llena
siempre menguante
aguanta mierda de madre
firme aquí: yo, la peor
Te hubiese engendrado otra
me hubiese cogido un será
me hubiese aguantado el instinto sexual
me hubiese contenido el instinto asesino
si el deseo no me hubiese del todo cogido…
Dejémosnos los hubieras para la cumbre de las sufridas
y póngamonos para el retrato de este fragmento
La luna techo adentro es un medio candelabro circular
despoja los últimos destellos de una tristeza nocturna secular
es una teta que dispara luz hasta vaciar el grito del silencio
hincha el pezón de cobre fulminando el recuerdo
mientras me arrastro por el suelo a la par de mis secos pechos.
¿Alguna vez mi imaginación perdonará la realidad?
Sigo esperando a que salga el sol
y no la hierva la soledad
ruedo en un verso de cemento
esculpiéndome en piedra seca.
Así lo quise, es lo que me digo
y lo repito nomás por no dejar
no dejarme arrastrar
mientras busco a tientas sin que nadie
ni yo me de cuenta
que voy llegando hasta el agujero
para reunirme con mi nofeto
con mi no amor
con esa otra realidad
enterrarme junto con todo ello,
donde florece el flamboyán
en el jardín de la fértil y conquistada tierra
del no nunca jamás.