para el babi
busco bailarle a la muerte
a ver si la entretengo
a ver si tengo suerte
del verbo haber
—Habrá que ver
qué barbaridad
corro barriéndome por el bistec
sin ninguna baguette para el susto
—¡Tápese bien ese busto!
¿se puede volver con b?
se puede volver con ver
—¿con v de vuelta?
con b de al borde
con la brillantez para brincar la border
¿volveré a besar a ese bato?
con b de boca de beso abultado
a bocajarro me acerco (huyendo)
y lo beso en blandito
dejándolo muy calladito
se puede bolver o bolber
el bulbo del brillo de ser
belleza del bolo al no ser
nace un baobab al amanecer
vienes y no bienes
vienes y te vienes
¡bergüenza nos debería de dar!
haciendo un acto barroco al amar
van brotando las buganvilias
en el florero de bacará
de un brinco tumbo la mesa
de un soplo bateo mi alma
y de rebote se me fuga la calma
como buey en el oleaje
termino escupiendo el bagaje
bufando el bullicio del barco
en donde mi corazón terco
vive de hacerse guaje
junto al bibelot!
el florero va junto al bibelot
(hablo por hablar)
no soy la mujer de Lot
no quiero una casa de sal
no y ni por curiosidad
las palabras son un abracadabra
cuando lo brutal se desborda
sabes? nunca he usado un baby doll
(ya ves, le suelto la rienda a la babosada)
y así el río se bifurcó
va un belcebú nadando
yo suplico por no ahogarlo
con mi berreo en bastión
es el llanto de un borrego borracho
colmado de bálsamo de puras balas
del agua de fuego bebida
de la bandeja de la ilusión
incontenida
llenos de brisa traes los lentes
con la palabra embrujada
evaporas la noche cerrada
cortando en el bosque bambúes
hoy es la boda de la estupidez
la babosa merece una oda
que celebra bramando la vida
y la livertad que no es
bienvenido a la buenaventura
de la brecha de la existencia
de la obstinación a la coherencia
la sabiduría susurra
que la belleza de la bestia
coexiste en la buhardilla
bienvenido a la banalidad
el belcebú brincó del río
salió hacia Budapest
y allá bailará,
eso fue lo que soñaba
mientras dejé la almohada babeada
del sueño vendido
a un barco ebrio hundido
junto a la barcaza a punto de quemar
en el obstáculo de no volver a amar
(ya pare de mamar)
se puede cambiar no volver
se puede cantar “sí volveré
te lo juro por Dios que me mira”
tejer un paisaje en el borde
bordado a dos manos de lira
y en lugar de la rabia bendita
alargar la Palabra erudita
Alargar la Palabra erudita. Amén
Tantas cosas Buenas pueden suceder…
Es lo único que se me ocurrió, tu poema ya dice bastante.
Saludos!
J.